domingo, 26 de julio de 2009

Harry Potter and the Half-Blood Prince - Review

Han pasado ya casi un par de semanas desde el lanzamiento de la última película que narra las aventuras de Harry Potter. Esta vez, se trata de "El Príncipe Mestizo" o como se le conoce en España debido a una incomprensible decisión de la editorial, "El Misterio del Príncipe".

Primero, debo decir que para ir a ver esta película hay que ir con la mente preparada para ello. He oído duras críticas por parte de fanáticos obsesivos del libro que desechan la película sólo porque no es 100% fiel al libro; y me temo, señores, que incluso decir esto es una estupidez. Es la película más fiel al libro después de las dos primeras, que eran tan fieles que aburrían.

Respecto a si es la mejor o no, eso es ya muy subjetivo. Es mi preferida porque me ha hecho reír de verdad. Me ha hecho descojonarme, quiero decir. Recuerdo que todo el cine se descojonaba vivo, sin poder contenerse, en ciertas escenas. Y eso se merece un premio: han sabido hacer que el trasfondo de relaciones amorosas sea, más que nada, cómico.

En cambio, esa también ha sido una queja de la película. Que se centra demasiado en el trasfondo y deja la trama principal (los recuerdos de Voldemort y El Príncipe Mestizo) en segundo plano. No dejo de ver la ironía cuando esto lo dice un fanboy del libro, teniendo en cuenta que la revelación del Príncipe Mestizo es tan intrascendental como lo es en la película. Respecto a los recuerdos de Voldemort y los Horrocruxes, no puedo sino estar de acuerdo: aunque todos los recuerdos alargarían demasiado la película, cinco minutos más de explicación respecto al pasado de Voldemort y a qué cree Dumbledore que son los Horrocruxes no habría venido de más.

El problema es: ¿qué se puede sacrificar de esta película? Aunque la subtrama amorosa toma en efecto demasiado protagonismo, realmente no sobra ninguna escena. Y ha salido una película de dos horas y media. En cambio, insisto: habría venido muy bien una explicación breve por parte de Dumbledore respecto al pasado de la familia de Voldemort y alguna que otra insinuación hacia los posibles horrocruxes sobrantes.

La ausencia total de la copa de Hufflepuff, la mención a Nagini como posible Horrocrux y demás ha sido muy criticada, pero no porque se eche en falta en la película (para el que no haya leído el libro, no hay problema alguno), sino para lo que harán en Las Reliquias de la Muerte. Yo, en cambio, estoy seguro de que no tendrán problemas para la próxima película, ya que al fin y al cabo serán dos películas: tendrán tiempo de sobra para dar solidas razones a Harry en su búsqueda de estos objetos.

Aunque haya echado en falta algo más de anticipación para la próxima aventura, no me he dejado llevar por la ira como muchos han hecho. La película me ha encantado. Y no sólo como adaptación, sino como película. Por primera vez, me parece que una película de Harry Potter es digna de ser llamada buena película. La actuación de los jóvenes actores y actrices ha mejorado una barbaridad, y el elenco de actores veteranos se ha lucido como de costumbre: Maggie Smith, Alan Rickman y Helena Bonham Carter hacen tan bien su trabajo en esta película como McGonagall, Snape y Bellatrix que me daba ganas de aplaudir cada vez que tenían una escena. Robbie Coltrane como Hagrid, como de costumbre, hace que te olvides por completo de que es Robbie Coltrane; Hagrid en esta película ES Hagrid.

Mención aparte, por supuesto, se merecen Jim Broadbent y Michael Gambon. Despacharé primero a Gambon, porque es extraño apartarlo de sus compañeros de rodaje. ¿Porque lo he hecho? Porque aunque Gambon lleva ya desde la tercera película actuando como Dumbledore, hasta ahora no ha actuado realmente como Dumbledore. Es cierto que su papel en la tercera no estaba nada mal, a pesar de lo poco que aparecía, pero en la cuarta el personaje se desfiguró de una manera que, me temo, tenía más que ver con el guión que con el actor. Aunque en la quinta recuperó algo de su magia, no es hasta esta película que ES realmente Dumbledore. Y sí, lo ha bordado.

Jim Broadbent como Slughorn también ha sido una grata sorpresa. Le habrán quitado el mostacho, pero le han dado mucha más personalidad que en el libro. Si habéis visto la película ya sabéis de lo que hablo, y sino, deberías verla porque es indescriptible. Le han dado matices que en el libro no tenía, y se agradece.

También debo mencionar a Tom Felton como Draco Malfoy, aunque debería dejar claro que -por mucho que el actor haya mejorado visiblemente- su mejora es más por guión que por actuación. Y es que, al contrario que en el libro, se han centrado bastante en él y en como avanza su estado de ánimo. Aunque esto se llega a vislumbrar en el libro, las aventuras de Rowling son casi exclusivamente desde el punto de vista de Harry, mientras que en las películas se pueden tomar más libertades. Y lo agradezco, porque merece la pena ver su frustración y sobre todo las pruebas que hace para que funcione el armario evanescente.

Y a esto quería llegar. La película consigue atar ciertas tramas y mostrar ciertos acontecimientos mejor que el libro mismo. La más-evidente-que-nunca relación entre Ron y Hermione está mejor así que vista tras los ciegos ojos de Harry Potter, podemos ver con más claridad la personalidad de los demás personajes, y el final es mucho más satisfactorio en la película.

El final, el final... cuantas quejas con el endemoniado final. Hay quien lo odia, hay quien lo acepta, y pocos que lo amen. A mi me encanta, la verdad. Analicemos los cambios: en el libro Harry lleva la capa de invisibilidad y Dumbledore le petrifica en cuanto aparece Draco, para que no intervenga. Cuando Dumbledore muere, Harry se siente impotente por no haber podido hacer nada.

En la película, en cambio, Dumbledore le ruega que se esconda diciéndole que confíe en él, en vez de petrificarle. Esto crea un lazo indestructible entre ambos personajes. Y no sólo eso: en la película, Harry deja subir a Snape a lo alto de la torre, ya que por una vez en su vida confía en él. Tras seis años de desconfianza, confía en él porque Dumbledore confía en él, y sólo por ello, Dumbledore muere. Aunque la cosa cambia de rumbo en la última entrega de la saga, lo que de momento implica esto para Harry es que ha dejado morir a Dumbledore. No se siente sólo impotente, como en el libro, sino incluso culpable. Y esto hará que sea mucho más significativa la escena en la que Snape se redime en el próximo libro, ya que también significará que Harry no tiene la culpa de nada.

Otro cambio del final es que se han saltado la lucha en el vestíbulo. Técnicamente, la vemos; mientras Bellatrix destroza el Gran Comedor, los demás mortífagos acaban con el único auror que había patrullando. Aunque esto es ciertamente desconcertante para el que haya leído el libro y se esperara una lucha épica, en mi opinión tiene sentido: acabamos de presenciar la muerte de Dumbledore, una escena triste, y es el momento de perseguir a Snape gritando como loco a través del bosque ayudado por música triste, no el momento de una lucha épica al estilo de la quinta película. El momento de tensión ha sido en la cueva; ahora es el momento de la conclusión de la película. Además, haría que la lucha final en el castillo de la última película fuera repetitiva.

La actuación ha mejorado mucho, ciertas tramas se resuelven mejor (aunque echo en falta más conversaciones con Dumbledore respecto a Voldemort y los Horrocruxes) y los efectos especiales están mejor que nunca. Es una gran película y os la recomiendo a todos, hayáis leído el libro o no.

sábado, 4 de julio de 2009

Tercer "making of" de Harry Potter 6

Estoy un poco pesadico con Harry Potter, pero tranquilos, esto acabará en cuanto salga la película y escriba una pequeña review al respecto aquí, en dos semanas.


Hoy traigo el tercer Detrás de las camaras de la sexta de Potter, si no me equvioco con los números. Entre tanto trailer, making of, y demás, uno ya se pierde. Por cierto, ya que está en buena calidad, lo recimiendo en grande. Allá va:



Muchas imágenes nuevas en estos 10 minutos de vídeo, eso está claro. Vamos, que puede arruinaros la experiencia... como a mí, creo, que también me he tragado todo vídeo que salga por ahí.

Hasta otra, amigos ;)

martes, 30 de junio de 2009

Nuevo clip de Harry Potter 6

Quedan dos semanas de nada para que podamos ver Harry Potter y el Principe Mestizo en cines, y por ello ya están saliendo "clips exclusivos" con escenas enteras de la película. Es una manera nefasta de spoilearnos y cuando vayamos, entre los trailers y estos clips, habremos visto media película, pero... para mí son irresistibles.


Aquí está el clip. Dialogos curiosamente fieles al libro (al 100% diría yo) y unos efectos impresionantes, muchísimo más que de costumbre. Espero grandes cosas de esta película...

El Rap de John Locke

Es curioso que Lost haya empezado a crear cierta mitología a su alrededor, sin duda, pero también que eso se refleje en el mundo real. Al estilo de Star Trek, han aparecido fans haciendo referencia a él en canciones, fan videos, etcétera... pero esto es nuevo. El rap de John Locke.



Simplemente acojonante. No puedo creerme que se hayan montado una canción tan currada. Esto sí que es frikismo, y lo demás son tonterías...

viernes, 26 de junio de 2009

Harry Potter 6 - Primeros 5 minutos filtrados

Parece que se han filtrado los primeros cinco minutos de Harry Potter 6. Teniendo en cuenta que esto desaparecerá de Youtube en cuanto se queje WB, lo pongo directamente:


También ha de comentarse que el vídeo está en... ¿Alemán, quizás? Algún idioma que no domino, eso sin duda. De todos modos, son los primeros cinco minutos; casi todo es visual. Una pena que la caldiad no deja disfrutar mucho de lo visual tampoco.

martes, 16 de junio de 2009

Nuevo blog - Ciudadanos del mundo

Uno de los aspectos negativos de llevar un blog tan polifacético es que la temática se diluye y tiende a perder impacto. Este se trata sólo de un blog personal, cuando en los últimos meses mi intención había sido llevar un blog más temático. Desgraciadamente, nunca ha quedado claro, ni para mí ni para los lectores, si se trata de un blog sobre Lost, sobre política y el estado de las cosas, o sobre frikadas en general. Debido a esto y a otras muchas razones, he decidido comenzar otro blog junto con unos amigos.

Aunque este blog seguirá más o menos activo (habréis notado que lleva un tiempo algo muerto y se debe justamente a este nuevo proyecto), se tratará únicamente de mi blog personal en el que trataré, como hice en principio, todas las frikadas que haya visto por ahí y me interesen, incluida la serie de televisión Lost, que será el tema central mientras esté en antena y hasta que acabe la serie a comienzos del verano próximo. Más allá, no veo un futuro prolífero para esta bitácora, aunque sospecho que seguiré hablando de mis videojuegos, películas y series favoritas.

El nuevo blog tratará los temas más serios de política, religión, sociedad y cultura desde un punto de vista crítico y resolutivo. He citado a mi amigo Rubén Imbers con anterioridad y él será uno de los redactores en este nuevo blog, junto con nuestro mutuo amigo Borja Oyón.

El planning consiste, más que nada, en escribir artículos críticos sobre el estado actual de las cosas con el fin de echar abajo los argumentos sobre los que se basa la supuesta perfección de nuestra sociedad (ya sea en política, religión, o en cualquier otro ámbito) y proponer soluciones que podrían funcionar ahora mismo si no fuera por los impedimentos de los que quieren mantener este patético statu quo.

Aunque personalmente estoy de acuerdo en -prácticamente- todos los aspectos de lo afirmado en el Movimiento Zeitgeist, esto no tiene que ser cierto con mis compañeros ni tampoco con los lectores. Así es como pretendemos fomentar el diálogo y las críticas constructivas; no sólo entre nosotros, sino también entre los lectores, que podrán sacar sus propios artículos a raíz de los nuestros en la sección de comentarios de cada entrada.

Por lo tanto, creo que hacemos un gran equipo. Yo mismo escribiré entorno a estos temas de forma analítica, que es insuficiente sin el resto de este gran equipo. Me atrevería a decir que Rubén hará un buen uso de citas -suyas o de otros- para construir sus opiniones, como ya le he visto hacer, mientras que Borja recurrirá a metáforas para hacerse entender (mirad su fábula algo satírica del hombre de barro y veréis de lo que hablo).

Sin más dilación, os presento nuestro nuevo blog:

jueves, 4 de junio de 2009

Juegos esperados

Ahora que la excitación del E3 ha empezado a atenuarse, creo que es un buen momento para hacer un repaso de los juegos más esperados. En mi opinión, por supuesto. 

Entre todos los juegos anunciados o al menos mostrados en la gran expo de este año, me interesan 6 más que nada. De esos seis videojuegos, sólo espero ansiedad a tres, a uno de ellos más que a ningún otro. Desgraciadamente, ese podio de preferidos no lo sigue siendo bajo la etiqueta de "fecha de salida", y es una pena. Empecemos...



Uno de los juegos que espero es Star Wars: The Old Republic, el nuevo MMO de Bioware. Nunca he sido un gran fan de los MMO's, pero que sea de Bioware y que sea descendiente de KOTOR hace que la idea de este juego me atraiga bastante. En cambio, si no consiguen captar la atmosfera más bien oscura de su predecesor y se inclinan por una historia de aventura más estándar para el personaje que vayamos a crear, será una gran decepción. Aunque tengo ganas de hincarle el diente, este juego está el último en mi lista, por las siguientes razones: es un MMO (muchos fans, como yo mismo, esperaban un KOTOR 3 off-line), su elección artística no me acaba de convencer (no llega a ser del estilo Pixar, pero prefería el realismo de KOTOR), y el ya mencionado temor de que no vaya a captar la atmosfera de la saga de la que proviene. 

Los de Bioware han prometido que la historia constituirá el cuarto pilar del MMO: todos los personajes tienen voces, cada clase y subclase tiene su propia historia... pero no han dejado claro si será una historia más bien flojilla de aventuras o será algo tan complejo y misterioso como en Knights of The Old Republic. Lo dudo. Una secuela directa de esa saga estaría primera en mi lista, ya que no tendría los problemas que tengo con esta. No hay fecha para este juego, y ese es un punto que puede ir en contra o a favor del mismo. Para más noticias... Stay tunned.



Otro de los juegos a los que he echado un ojo es Uncharted: Among Thieves. Jugué sólo a la demo y me "gustó", pero nada más. No me parecía que se mereciera lo que cuesta un videojuego de consola, aunque eso no significa que no prometiera. En mi opinión, Uncharted era una especie de prototipo, y sólo con la secuela, Uncharted: Among Thieves, tendremos lo que realmente se esperaba del juego.

Parece ser más de lo mismo, pero... más y mejor. Mi mayor problema con la primera entrega era que su sistema de lucha no estaba del todo pulido. El tema de los disparitos con muros a la altura del pecho para protegerse al estilo de Gears of War funcionaba bastante bien, pero la lucha cuerpo a cuerpo, aunque fluida, venía en los momentos más imprevistos. Por lo que he visto de la secuela, el sistema de disparos funciona aun mejor y el cuerpo a cuerpo se ha implementado de forma más natural, usándolo incluso para noquear a enemigos cuando no están alertados. Eso, y variedad en lo que respecta al entorno, que ya no es sólo selvático. Como he dicho, será más y mejor, y lo tendremos en noviembre.



También espero tener entre manos Splinter Cell: Conviction. Nunca fui un gran fan de la saga, pero los primeros vídeos de gameplay mostrados en la expo me han hecho cambiar de opinión. Mejor dicho, parece que los desarrolladores han cambiado de opinión: digamos que han optado darle más importancia a la parte "tactical action" que a la de "espionage", basándonos en el subtitulo de la saga Metal Gear Solid. El nuevo sistema me atrae mucho más que el de sus predecesores, y promete ser una vuelta de tuerca del sistema de juego, o quizás incluso del género. 

Ahora, en vez de "pasar desapercibidos y matar si es necesario de la forma más sigilosa posible", el modus operandi de Sam Fisher es más bien "pasar desapercibidos hasta llegar a la posición más táctica desde la que matar a todos de la forma más rápida -y sigilosa, en ocasiones- posible". Esto hará que la jugabilidad cobre vida de una vez por todas y sea todo mucho más entretenido. A muchos otros les atraía la antigua premisa, pero la verdad es que no por ello les debería dejar de gustar el juego; siempre puedes recurrir a la forma más sigilosa de resolver la situación. En mi caso, me limitaré a jugar con los enemigos como se ha mostrado que puede hacerse, y cuando me haya divertido lo suficiente, acabaré con ellos de un plumazo. Será divertido, y lo mejor es que lo será pronto. Sí, de mis juegos más esperados, este vendrá el primero: en octubre. 



Ya en el podio está Mass Effect 2. Admito que no he jugado al primero, pero no por ello tengo menos ganas de echarle mano a la secuela. De hecho, pretendo echarle la mano al primero más pronto que tarde y echarme una buena viciada durante este verano, sacándole todo el jugo que pueda. Según me han dicho, se rememora KOTOR jugándolo, y eso es muy bueno. 

No puedo decir mucho más, ya que para hacer comparación alguna tendré que haber jugado al primero. Mi plan es hacer una review del original y tocar ahí el tema de la secuela. Lo único que diré es que tengo tiempo de sobra para disfrutar de Mass Effect, ya que el próximo no llega hasta principios de 2010.



Mi segundo juego más esperado es Modern Warfare 2. Por así decirlo, es el retoño bastardo de la saga Call of Duty. Como Activision quería exprimir la saga año tras año al estilo de EA, recurrieron con la tercera entrega a Treyarch y de nuevo con la quinta, Call of Duty: World at War, ambos con resultados menos satisfactorios que los juegos desarrollados por Infinity Ward. Por lo tanto, estos han decidido llevar la saga por su lado, y tras Call of Duty 4: Modern Warfare llega Modern Warfare 2, y como bastardo no hereda el nombre de familia. Aunque en cierto modo sigue siendo un Call of Duty, no lo es en realidad. Ha tomado un nuevo camino...

Y es un camino que me encanta. Call of Duty siempre ha sido de disparitos, pero tenía personajes que acaban por gustarle a uno, sobre todo en el caso de Modern Warfare. ¿Lo mejor? En la secuela volveremos a ver a algunos conocidos. Para empezar, trabajaremos para Soap, protagonista del primero, y la trama seguirá a lo sucedido en el original. Trama más completa, nuevas armas, nuevos enemigos, nuevos vehículos, nueva jugabilidad, nuevos gráficos... lo espero con gran expectación, y sólo tendré que esperar hasta el 10 de noviembre. 



El juego que más espero: Assassin's Creed II. Bueno, miento: ese es Half-Life 2: Episode Three, pero como no sabemos de él más que el titulo, creo que lo podemos dejar para el E3 del año que viene. O ni eso. Assassin's Creed me encantó, pero tenía un problema enorme: su preocupante falta de variedad. Y lo han resuelto.

Antes había 3 o 4 tipos de misiones. Ahora hay 15 tipos completamente diferente, que se combinan en contextos diferentes para crear misiones más largas, complejas y entretenidas. Antes el sistema de juego era demasiado simple, y ahora el gameplay es mucho más variado gracias a los inventos de Da Vinci, la nueva habilidad del protagonista para nadar y bucear, el sistema de compraventa y los muchos personajes que nos encontraremos por ahí. No puedo esperar a todo ello, y sólo tengo algo en mente: que llegará el 17 de noviembre.

Hay más juegos por ahí, y bien lo sé, pero estos seis son los que más me han interesado, sobre todo Assassin's Creed II. Detrás van Modern Warfare 2 y Mass Effect 2, aunque cabe mencionar que es posible que una vez jugado el Mass Effect original, la secuela avance posiciones en cuanto a expectación. O baje, pero lo dudo.

Pronto sabremos si todos estos juegos merecen realmente la pena, ¿y vosotros, a qué juegos esperáis?

lunes, 1 de junio de 2009

Economía basada en recursos

Recientemente he estado ojeando los artículos que escribí acerca de política, y me ha sorprendido ver como mi mentalidad se ha ido desarrollando al punto en el que ahora se encuentra, casi de forma predecible desde mi punto de vista. 


Me adentré en estos temas por primera vez con un artículo llamado "Peor esta chorrada que una dictadura idealizada", y después de eso me di cuenta de que debía dejar de quejarme del problema y comenzar a buscar una solución. La democracia directa me pareció una salida viable, como afirmé en "Una democracia democrática", pero no tardé en darme cuenta de que la democracia no es necesaria. 

Una vez la sociedad se haya deshecho de la corrupción de los gobiernos actuales, ¿para que serviría tener un gobierno, para empezar? ¿para qué votar democráticamente sobre impuestos cuando estos no son más que una forma del sistema actual y de otros anteriores para mantenernos bajo control? En efecto, un gobierno es completamente inútil en una sociedad libre. Tenemos que ir a la raíz del problema en vez de aplicar sistemas que sirven únicamente como parche. Al fin y al cabo, es verdad que el anarco-comunismo aplica un tratamiento bastante efectivo para la enfermedad, pero sin duda no es una cura que corta el problema de raíz. 

La solución a todos estos problemas es muchísimo más simple de lo que parece, al menos hoy en día. ¿Qué es lo que crea pobreza, el desempleo, las guerras y las ansias de poder? El dinero. El sistema monetario fue creado con un propósito que, simplemente, hoy ya no se sostiene. En cambio, los gobiernos siguen aferrándose a él con el capitalismo de una forma que roza el patetismo, cuando lo realmente patético es que acabamos por tragarnos sus excusas para esclavizarnos. 

Aunque antes no era posible, hoy la tecnología nos puede librar de los trabajos repetitivos. Esto ya se está haciendo, pero desgraciadamente, el sistema sigue creando trabajos inútiles para evitar el desempleo. En cambio, como vemos, esto no ha funcionado, y el llamado desempleo tecnológico está arrasando hoy en día simplemente porque los gobiernos no quieren perder poder al adaptarse a los nuevos tiempos.

Por supuesto, no sólo los trabajos fácilmente automatizados perderían razón de ser. Además de que no haría falta ningún tipo de gobierno ni ley (y por lo tanto todos los trabajos inventados del sector desaparecerían), en una sociedad sin sistema monetario no habría competitividad con el lucro como objetivo, y por lo tanto los trabajos de marketing y demás acabarían por desaparecer. 

Muchos temen la idea de no tener un sistema monetario, ya que "el mayor incentivo para el desarrollo de nuestra sociedad es el lucro". Pero esto no es más que lo que intentan -y consiguen- meternos en la cabeza; que el dinero es el incentivo para una sociedad "sana" y desarrollada. En cambio, los resultados sugieren lo contrario.

Está el ejemplo de la crisis que sufrimos hoy en día, aunque hay que admitir que es un argumento más bien relativo, ya que a los gobiernos no les preocupan realmente estas crisis. De hecho, todas estas crisis cíclicas no son más que un gran ejemplo de la superficie del problema que muchos intentan parchear. No digo que no haya que ocuparse de la crisis, pero para cerciorarse de que desaparezca y no vuelva a ocurrir hay que ir a la raíz del problema. 

Así es como el sistema monetario funciona. Al igual que necesita de gente sin dinero para que el dinero de los ricos tenga valor (esto es así, por definición del monetarismo), le hace falta que haya una crisis económica detrás de otra, para que los pobres sigan empobreciéndose y los ricos se enriquezcan más aun. Por supuesto, no es una casualidad que funcione así, sino que fue creado con un único propósito: preservar el sistema.

Muchos patriotas y demás gente que confía en el gobierno (o en alguno de ellos, lo cual es una estupidez, ya que todos son lo mismo y por supuesto no hay derecha e izquierda) llaman a esto "teorías conspiratorias". No es que los gobiernos se reúnan en habitaciones secretas para discutir cómo dominar al pueblo, más que nada porque no hace falta. Nuestra economía y política funcionan así, y no es ningún secreto. Los gobiernos de hoy en día se limitan a beneficiarse de un sistema que controlan y comprenden, creado hace muchísimo tiempo por otros gobiernos con problemas para controlar al pueblo. No hay secreto alguno.

Además, es lógico llegar a la conclusión de que la razón principal del sistema es seguir existiendo, ya que es lo que todo organismo se esfuerza en hacer. Esa es la prioridad, y en segundo lugar está el bienestar relativo del pueblo. Y digo relativo porque el bienestar y la educación de todos los ciudadanos acabarían por completo con el sistema, contradiciendo así la prioridad del mismo.

Cabe mencionar también que si tampoco se hacen cargo de la educación es porque no les conviene. Como dijo George Carlin, los gobiernos no quieren a ciudadanos bien informados y educados capaces de pensamiento crítico. Quieren trabajadores obedientes, lo suficientemente listos como para ocuparse de sus tareas y lo suficientemente tontos como para aceptar pasivamente sus trabajos de mierda. Así funciona el sistema. 

Viendo el despropósito y la sinrazón que proponen los sistemas políticos actuales (seguir existiendo en aras de seguir existiendo NO es un verdadero propósito), volvamos a la solución. Jacques Fresco ofrece en su "Venus Project" una visión interesantísima acerca de cómo crear una economía basada en recursos. Por supuesto, una vez no haya dinero no habrá más limitaciones que las que ofrece el planeta con sus recursos naturales.

Con una red global de control y manejo de recursos de forma responsable, desaparecería la escasez y tendríamos -todos- por primera vez abundancia. Como hemos mencionado anteriormente, para que el monetarismo funcione DEBE haber escasez; sin escasez de recursos, estos pierden su valor. Es cierto también que ocurre precisamente lo mismo con el dinero en sí mismo: si todo el mundo tuviera lo que hoy consideraríamos una cantidad razonable de dinero, este perdería todo su valor hasta que no fuera más que papel. De hecho, ya lo es: al dinero y al oro le hemos dado nosotros un valor, pero no es algo tangible, y por lo tanto no es válido para basar en ello la economía, y menos aun una sociedad. 

Un sistema que automáticamente maneja responsablemente los recursos de nuestro planeta y la desaparición de trabajos sin razón de ser en el mundo en el que vivimos llevarían a otra consecuencia: la desaparición de lo que hoy consideramos comportamiento anormal. Lo malo del comportamiento anormal o incluso delictivo hoy en día es que no miramos más allá; de nuevo, no pasamos de la superficie. Si alguien tiene que robar o incluso matar para sobrevivir, ¿es sólo su culpa, o es un producto de la sociedad? 

No podemos pedir que todos salgamos perfectamente cívicos cuando la escasez está a una altura tan preocupante. De hecho, muchos morirían si así fuera; como ya he dicho, todo organismo lucha por sobrevivir por encima de todo, aunque eso implique destruir a otros organismos. 

Así que, ¿por qué iba a robar alguien en un sistema en el que todo el mundo tiene de todo? La propiedad, para empezar, dejaría de tener sentido. Y por favor, no confundamos esto con el comunismo ya que no tiene absolutamente nada que ver. El caso es que en un sistema basado en recursos no necesitarías robar nada, y aunque lo hicieras, evidentemente no podrías venderlo. 

Aunque la mayor parte de los crímenes ocurren por dinero directa o indirectamente (el lucro como incentivo está prácticamente siempre presente en estos casos), es cierto que existen otros "comportamientos anormales" a los que llamamos crímenes pasionales. ¿El ejemplo más común? Alguien es infiel a su pareja, este se entera, y actúa violentamente en consecuencia. 

Pero, si lo pensamos bien, ese caso no se aleja demasiado del ánimo de lucro y de esa enfermiza necesidad que hemos labrado de amasar propiedad, incluso si esta es un ser humano. Se le podría llamar "ego" o exceso de autoestima. Es el ego que hemos desarrollado a lo largo de la historia y la frustración de la escasez que crea el sistema monetario lo que lleva a ciertas personas a cometer este tipo de crímenes. 

Se trata de concienciar y educar a la población. Siempre hemos tenido demasiados prejuicios e ideas preconcebidas a causa de los medios e ideas intangibles como la patria, la religión y el mismísimo dinero, cuando lo cierto es que la realidad es objetiva. Como he dicho al principio del artículo, no haría falta democracia alguna porque, ¿para qué ibas a votar por algo? La mayoría de votaciones que saldrían de una democracia tendrían que ver directa o indirectamente con el dinero. Ya sea sin ir más lejos bajar los impuestos o de forma más disimulada votar por construir tal proyecto o ir a cierta guerra, siempre tiene que ver con el dinero. 

Por supuesto, las guerras no tendrían lugar en esta sociedad: sin ideas intangibles como las religiones, el patriotismo y el dinero, que son las bases principales de las guerras, no habría necesidad irracional de atacar a los que son diferentes ni de robar a otros países. 

En cambio, todo lo demás no necesitaría votarse ya que fluiría sin más complicación: si hay gente que quiere crear un medio de transporte (ya sea un vehículo o un puente) para ir de punto A a punto B, ¿qué es lo que frena la creación del mismo? ¿El dinero? ¡No hay! ¿Las opiniones de otros? ¡¿Cómo?! ¿Por qué iba alguien a negarse a algo que no le afecta negativamente en ningún modo? 

Para que todo esto pudiera funcionar se necesitaría un sistema global en el que cada uno pudiera sugerir lo que quisiera, ya sea una idea para nuevas fuentes de energía o la proposición de construir un nuevo puente. Con los avances en inteligencia artificial que están ocurriendo y que sin duda están en camino, este sistema podría decirte si tu proposición es viable, ya ha sido aplicada, o incluso si no es viable a causa de que ciertos recursos no aguantarían tal estructura. 

En definitiva, esa es la idea: crear un sistema en el que se evite la escasez y la absurdez del desempleo tecnológico, dejando del lado el capitalismo para basarse en los recursos como sistema económico (aunque el término "economía" aquí debe entenderse en su sentido de administración de bienes, sin entrar en el monetarismo). 

En este nuevo sistema, el mayor incentivo para un individuo sería hacer que la sociedad progresara, ya que todos -ese mismo individuo incluido- se verían beneficiados por este progreso. En otras palabras: un incentivo sano en vez de la corrupción que atrae el ánimo de lucro, que además invitaría a la gente a tener una educación para poder contribuir. 

Sin puestos de trabajo absurdos, la gente no sólo se centraría en mejorar el sistema, sino también en hacer lo que les dé la gana. Por supueso, tampoco se debe pensar por ello que se trata de una anarquía, ya que aunque lo es en el sentido de la desaparición del estado, NO lo es en el sentido de la falta de poder público y de control.  Además de que los padres podrían centrar su atención en los hijos, los hobbies serían, por así decirlo, los oficios, pero sin que estos definan a uno mismo. Cabe mencionar que tenemos la mala costumbre de definirnos por nuestros trabajos, cuando estos no son más que una herramienta para vivir y, en el mejor de los casos, también resultan ser nuestro hobby y en el sector de nuestro interés. Por desgracia, esto no se suele dar demasiado hoy en día.

Si has producido una obra literaria, musical o de cualquier otro tipo de arte, la publicas en el sistema con el único incentivo de compartir tu creación, sin pensar tampoco en fama y reconocimiento, que no son más que incentivos enfermizos y tendenciosos a consecuencia del monetarismo.

Compartir tu creación o propuesta dará mucha más satisfacción que cualquier otra cosa, sin necesidad de que se te reconozca por ello. Esa ansia de reconocimiento no es más que la ya mencionada excesiva autoestima, el ego que te lleva a querer ser propietario de todo, aunque en realidad los inventores no hayan inventado nada por sí solos; se trata de un proceso. Como dijo Peter Joseph del Movimiento Zeitgeist, a Einstein no le apareció de pronto en la cabeza la teoría de la relatividad, sino que se trató de un proceso de estudio de anteriores científicos y pensadores.

La ciencia, la tecnología y el progreso no dan cabida a tales pensamientos subjetivos, y esa es la belleza del sistema basado en recursos. No es una feliz pero imposible utopía, sino que puede hacerse: la gran mayoría de estos sistemas YA existen de una forma u de otra. Técnicamente, sin tener en cuenta el precario estado político, la transición podría comenzar ahora mismo.

Aun así, soy un cínico. Aunque la idea es más que tangible y técnicamente factible lo mires por donde lo mires, el mayor problema es que los que están al mando no van a permitir tal revolución. Como ya dije en mi anterior artículo ya citado, los gobiernos no permitirán que el pueblo tome el control. De hecho, me temo que una revolución es imposible, y que la evolución es la única opción que nos queda. Los humanos tardamos en reaccionar a causa de nuestra lentitud y torpeza, y los gobiernos no son diferentes: si estas ideas empiezan a expandirse, a desarrollarse e incluso a aplicarse poco a poco, los gobiernos no se darán cuenta hasta que sea demasiado tarde y el sistema se colapsará.

El sistema se colapsará. De hecho, este proceso ya ha comenzado.