George Carlin - Los Diez Mandamientos

Ayer vine con la religión según George Carlin totalmente traducida, con el propósito principal de traducir, pero también para mostrar mi espíritu crítico al respecto que coincide con el suyo, y también su gran sentido del humor. Pensaba ponerme a traducir ahora su polémico -e indiscutiblemente verídico- vídeo en el que afirma que lo que tenemos no son derechos, sino privilegios, pero lo dejaré para otro día. Prefiero seguir con el tema de la religión, pero esta vez de forma menos crítica y con todo el show más dirigido a las risas y a la curiosidad de su lista reducida de los 10 mandamientos. 

"Tengo otra cosa que contaros que me molesta, que siempre ha estado tocándome los cojones en cierto modo: los Diez Mandamientos. Ya sabéis... Sí... Dejad que os lo cuente. He aquí mi problema. ¿Porque son diez? No necesitas diez. Creo que la lista de mandamientos fue deliberada y artificialmente inflada para llegar a diez. Es una lista abarrotada. Esto es lo que hicieron: 

Hará unos 5000 años un manojo de religiosos y políticos estafadores se reunieron para intentar encontrar una forma de controlar a la gente, como mantenerles a raya. Sabían que la gente era básicamente estúpida y que se creerían todo lo que les contaran, así que anunciaron que Dios les había entregado unos mandamientos... en lo alto de una montaña, cuando no había nadie cerca, Dios les había dado a ellos los Diez Mandamientos. 

Pero permitidme esta pregunta: cuando andaban ahí sentados inventándose esta mierda, ¿por qué eligieron diez? ¿por qué diez? ¿por qué no nueve, u once? Yo os diré por qué: ¡Diez suena oficial! ¡Diez suena importante! Sabían que con once, la gente no se lo tomaría en serio: "¿Que estás, de coña? ¿Los Once Mandamientos? ¡Sal de aquí de una puta vez!". 

Pero diez... ¡diez suena importante! Diez es la base del sistema decimal, es una decada, es un número psicológicamente satisfactorio: "Los 10 mejores", "Los 10 más buscados", "Los 10 mejor vestidos"... Así que tener diez mandamientos fue, en realidad, ¡una decisión de marketing!

Y, para mi, es claramente una lista de gilipolleces. Es un documento político artificialmente inflado para venderse mejor. Os voy a mostrar como podéis reducir el número de mandamientos y proponer una lista que sea algo más factible y lógica. 

Quiero empezar con los tres primeros, y usaré la versión Católico-Romana, porque esa fue la que me enseñaron de niño: "Soy el Señor, tu Dios, y no tendrás a dioses extraños ante mi", "No tomarás el nombre de tu Dios en vano", "Santificarás los Sabbath"... sin más dilación, los tres primeros: ¡puras gilipolleces! Día de Sabbath, el nombre de Dios, dioses extraños... ¡lenguaje espeluznante! Lenguaje espeluznante... diseñado para asustar y controlar gente primtiva. De ninguna forma se pueden aplicar estos disparates supersiticiosos a las vidas de humanos inteligentes y civilizados del siglo XXI. Desechas los tres primeros mandamientos y te quedan siete. 

El siguiente: "Honrarás a tu padre y a tu madre". Obediencia, respeto por la autoridad. Es sólo otro nombre para "controlar a la gente". La verdad es que la obediencia y el respeto no deberían ser automáticos: deberían ser ganados, deberían estar basados en el rendimiento de los padres, ¡en el rendimiento de los padres! Está bien... algunos padres merecen respeto; la mayoría no. Y punto. Te quedan seis.

En el interés de la lógica (algo que incomoda mucho a la religión), vamos a saltar por la lista un poquíto: "No robarás" y "No sostendrás falso testimonio". Robar y mentir. Bueno, de hecho, estos dos prohiben un mismo tipo de comportamiento: la deshonestidad. Robar y mentir. Así que no necesitas dos: en cambio, los combinas y lo llamas "No serás deshonesto". Y de repente... te quedan cinco. 

Y ya que estamos combinando, tengo otros dos que deberían estar juntos: "No cometerás adulterio" y "No desearás a la mujer de tu prójimo". De nuevo, estos dos prohiben un mismo tipo de comportamiento: en este caso, infidelidad marital. La diferencia es que el deseo ocurre en la mente, y no creo que deberías proscribir el fantasear sobre la mujer de otro. Si no, ¿en qué va a pensar este tio cuando se pele la banana? Pero... pero la fidelidad marital es una buena idea así que mantendremos la idea y llamarémos a este "No serás infiel". Y de repente... te quedan cuatro.

¡Pero cuando le das más vueltas, la honestidad y la fidelidad en realidad pertenecen al mismo valor general! Así que, en verdad, podrías combinar los dos mandamientos de honestidad con los dos mandamientos de fidelidad y darles un lenguaje más simple, lenguaje positivo en vez de negativo, y llamarlo a todo "Siempre serás honesto y fiel"... y nos quedan tres.

Se están desvaneciendo, y rápido. "No codiciarás los bienes de tu prójimo". Este es simplemente una puta estupidez. Codiciar los bienes de tu prójimo es lo que mantiene en marcha la economía, ¿no es así? Tu vecino consigue un vibrador que reproduce "O come o ye faithful"... ¡y tú también quieres uno! La codicia crea empleos: ¡déjala en paz! 

Desechas la codicia y ya te quedan dos: el gran mandamiento de honestidad y fidelidad, y el otro del que aun no hemos hablado: "No matarás". Asesinato, el quinto mandamiento... ¡Pero cuándo le das más vueltas...! Cuando le das más vueltas, no es que la religión haya tenido jamás un gran problema con el asesinato, la verdad es que no: más gente a muerto en nombre de Dios que por ninguna otra razón. Todo lo que tienes que hacer... Todo lo que tienes que hacer es mirar en el Norte de Irlanda, Oriente Medio, Cashmire, La Inquisición, Las Cruzadas y el World Trade Center para ver como de en serio se toman estos amigos religiosos el "No matarás". Cuanto más devotos son, más ven al asesinato como algo negociable... ¿Es negociable, sábes? Depende... depende de quién está cometiendo el asesinato y quién está siendo asesinado. 

Así que, con todo esto en mente, os dejo con mi lista revisada de los dos mandamientos: "Siempre serás honesto y fiel al compañero de coito" e "Intentarás con todas tus fuerzas no matar a nadie, a menos de que, por supuesto, recen a un hombre invisible diferente al que tu rezas". Dos son todo lo que necesitas; Moises pudo haberlos bajado de la montaña en su puto bolsillo. Y si tuvieran una lista como esa, no me importaría que esos colegas de Alamaba la colgaran en la pared del palacio de justicia, siempre y cuando añadieran un mandamiento adicional:

"Te guardarás tu religión para ti mismo"

Casi tan bueno o mejor que el de la religión, sin lugar a dudas. Además, es un gran ejercicio de traducción. El de los derechos vendrá pronto, que además es algo que está a la orden del día con estos "recortes de derechos" que se sufren en el mundo últimamente y por ello será más polémico.