El sábado publiqué aquí mi traducción del monólogo de George Carlin sobre la religión, y el próximo día hice lo propio con su lista reducida de los Diez Mandamientos. Hoy sigo con la línea de sus monólogos, pero me salgo del tema de la religión, metiéndome de lleno en la política. No tenéis derechos, You have no rights, un monólogo que realmente merece la pena sea uno estadounidense o no (aunque el tema en cuestión va peor allí, aquí andamos cerca). Así que vamos allá, primero con el vídeo en sí y luego con la traducción...
"[He aquí otra de esas cívicas] costumbres: jurar sobre la Biblia. ¿Entendéis esa mierda? Te dicen que alces la mano derecha y pongas tu mano izquierda sobre la Biblia. ¿De verdad importa esto, qué mano poner? ¿A Dios le importan de verdad putos detalles como estos? Supón que pones tu mano derecha sobre la Biblia y alzas la izquierda; ¿eso contaría? ¿o Dios diría "Lo siento, mano equivocada, inténtalo de nuevo"? ¿Y por qué... por qué ha de alzarse una mano? ¿Dónde está la magia en ese gesto? Parece como algún tipo de mierda primitiva voodoo. ¿Por qué no poner la mano izquierda sobre la Biblia y dejar la derecha colgando a tu lado? ¡Es más natural! O ponérla en el bolsillo. ¿Recuerdas eso que decían las madres? "¡No te metas las manos en los bolsillos!". ¿Saben ellas algo que nosotros nos hemos perdido? ¿De veras importa esta mierda de la mano?
Pero volvamos a la Biblia, el atrezo de teatro favorito de los Estados Unidos. Supón que la Biblia que te dan para jurar está boca abajo, o del revés, o ambas. Y juras decir la verdad sobre una Biblia boca abajo y del revés. ¿Eso contaría? Supón que la biblia que te dan está vieja y le faltan la mitad de las páginas. Supón que sólo les queda una Biblia en chino, en un juzgado estadounidense. O una Biblia en braile y no eres ciego. Supón que te dan una Biblia en Braile, Chino, del revés y boca abajo, sin la mitad de las páginas. ¿En qué momento se va todo este rollo a la mierda y se convierte en nada más que un manojo de gilipolleces que alguien se inventó? ¡Se lo inventaron, amigos! ¡Es ficción! ¡Es ficción! Dejémos de lado a la Biblia; ya volveremos más tarde a la lectura de ciencia ficción.
La pregunta más importante es: ¿Qué es lo tremendo de jurar por Dios, para empezar? ¿Por qué significa el jurar por Dios que vas a decir la verdad? ¡A mi no me afectaría! Si a mi me dijeran "¿Juras decir la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad, con la ayuda de Dios?", yo diría "¡Seeeh! Te diré tanta verdad como los que escribieron esa jodida Biblia, ¿qué te parece, eh? ¿Eh?"
Jurar sobre la biblia no significa nada. Jurar por dios es cosa de niños. ¿Recuérdas cuando eras niño? Si le contabas a otro niño algo que no se creía del todo y decía él "¿Lo juras por Dios?" yo siempre decía "¡Sí, lo juro por dios!" incluso si estaba mintiendo. ¿Por qué no? ¿Qué va a pasar si miento? ¡Nada! ¡No pasa nada si mientes! A menos de que te pillen y eso ya es otra historia. A veces venía un niño creyéndo ser astuto conmigo y decía: "¿Lo juras por la tumba de tu madre?", y yo decía "¡Sí!". ¿Por qué no? Para empezar, mi madre estaba viva; ni siquiera tenía tumba. Y para seguir, aunque estuviera muerta, ¿que iba a hacer? ¿salir de la tumba y venir a embrujarme? ¿Todo por qué había mentido a un niño de ocho años? ¡Pón los pies en la puta tierra, ¿vale?!
A veces les decía "Lo juro por las tetas de mi madre". Los niños se impresionan con esas cosas. Y tampoco es que me importaran las tetas de mi madre, no me importaba si se caían. ¡Que le jodan! No es mi problema: "¡Son tus tetas, mamá, vigílalas tú!". Jurar por Dios no significa nada, jurar sobre la Biblia no significa nada... ¿Sábes por qué? Por que con Biblia o sin ella, con Dios o sin él, si les conviene, la gente va a mentir en el juzgado. La policía lo hace todo el tiempo, todo el tiempo. Sí que lo hacen. Es parte de su trabajo: proteger, servir y cometer perjurio siempre que hacerlo ayude al caso estatal.
Jurar sobre la biblia es simplemente otra manera de controlar a la gente y mantenerles a la raya, y es otra cosa más que nos refrena como especie. He aquí otro asunto para vosotros, lo último en nuestro libro cívico: los derechos. Tío, en este país todo el mundo va siempre por ahí hablando sobre sus putos derechos: "Yo tengo derecho", "Tu no tienes derecho", "Tenemos derecho", "No tienen derecho"... Amigos, siento arruinaros la fiesta, pero... No existen tales derechos, ¿vale? ¡Son imaginarios; nos los inventamos! ¡Como al hombre del saco! ¡Los Tres Cerditos, Pinocho, Mamá Ganso y toda esa mierda! Los derechos son una idea, son imaginarios; son una idea muy mona. Mona, pero eso es todo; mona y ficticia.
Pero si pensáis que tenéis derechos, permitidme esta pregunta: ¿de dónde han venido? La gente te dirá "Bueno, vienen de Dios, nos los dio Dios". ¡Joder, de nuevo esta mierda! De nuevo esta mierda: la excusa de Dios; el último refugio de un hombre sin respuestas ni argumentos, "Vienen de Dios". Todo lo indescriptible debe de haber venido de Dios. Personalmente, amigos, creo que si tus derechos vienen de Dios, Él te habría dado los derechos a algo de comida todos los días, y también el de un techo sobre tu cabeza... Dios habría estado mirando por vosotros, ¡Dios habría estado mirando por vosotros! ¿Sábes? No se habría preocupado de que tuviérais un arma para que puedas emborracharte una noche de sábado y matar a los padres de tu novia.
Pero digamos que es cierto: digamos que Dios nos dio estos derechos. ¿Porque iba a darnos un número concreto de derechos? La Declaración de Derechos de este país tiene diez estipulaciones, ¿vale? Diez derechos. Y, por lo visto, Dios descuidó su trabajo esa semana porque tuvimos que enmendar la Declaración de Derechos 17 veces más. Así que a Dios se le olvidaron un par de cosillas, como... ¡La esclavitud! ¡Simplemente se le pasó de la puta cabeza!
Pero digamos que Dios nos dio los diez originales. ¡Dio trece a los Británicos! La Declaración de Derechos británica tiene trece estipulaciones, la de los alemanes tiene veintinueve, la de los belgas veinticinco, la de los suecos sólo seis. ¡Y hay gente en el mundo que ni siquiera tiene derechos! ¿Qué clase de trato de mierda con Dios es ese? ¿Ningún derecho? ¿Por qué iba a dar Dios un número diferente de derechos a gente diferente en paises diferentes? ¿Por aburrimiento? ¿Por pasar el rato? ¿Por mala aritmética? ¿Descubrimos tras tanto tiempo que Dios resulta ser malo en Matemáticas? A mi no me suena a Plan Divino: ¡suena más a plan humano! ¡Suena más a un grupo intentando controlar a otro grupo! En otras palabras: ¡los negocios de siempre en Estados Unidos!
Bueno, si piensas que tienes derechos, un último encargo para vosotros: la próxima vez que estéis ante el ordenador, entrad en internet, id a Wikipedia... cuando entréis, quiero que en el campo de búsqueda de Wikipedia tecleéis "Americanos Japoneses en 1942" y descubriréis todo respecto a vuestros preciados derechos de los cojones, ¿vale? Está bien, sabéis del tema, sabéis del tema: en 1942 hubieron 110.000 japoneses de nacionalidad estadounidense, gente respetuosa de la ley, a los que internaron en campos de concentración simplemente porque sus padres habían nacido en el país equivocado. ¡Eso es todo lo que hicieron mal! No tenían derecho a un abogado, ni derecho a un juicio justo, ni derecho a un jurado de sus iguales; ningún derecho a un proceso de cualquier tipo. El único derecho que tenían... "¡Derechos por aquí... al campo de concentración!". ¡Justo en el momento en que estos ciudadanos estadounideneses necesitaban más sus derechos, su gobierno se los arrebata!
Y los derechos no lo son si alguien puede arrebatártelos; son privilegios. Eso es todo lo que tendremos jamás en este país: ¡una Declaración de Privilegios Temporales! Y si lees las noticias, aunque sea poco, sabrás que cada año la lista se reduce más, más y más... ¿Sabéis? ¡Tarde o temprano la gente de este país se dará cuenta de que al gobierno no le importan una mierda! Al gobierno no le importáis ni vosotros, ni vuestros hijos, ni vuestros derechos, ni vuestro bienestar, ni vuestra seguridad... ¡Simplemente le importáis una mierda! Están interesados en su propio poder. Es lo único: mantenerlo y expandirlo cuanto sea posible.
Personalmente, en lo que concierne a derechos, creo que una de estas dos cosas es cierta: creo que o tenemos derechos ilimitados, o no tenemos derecho alguno. Personalmente, me inclino hacia derechos ilimitados... Por ejemplo, me parece que tengo el derecho a hacer lo que me da la gana...
¡Pero si hago algo que no te gusta, creo que tienes derecho a matarme! Así que, ¡¿dónde coño vas a encontrar trato más justo que ese?! Así que la siguiente vez que algún gilipollas te diga "¡Tengo derecho a mi opinión!" tú le respones "¿Ah, sí? ¡Bueno, pues yo también tengo derecho a mi opinión, y mi opinión es que tú no tienes derecho a tu opinión!"...
¡Luego dispara al idiota y sal de ahí!"
7 comentarios:
La verdad es que no conocía a George Carlin, me han venido bien tus entradas al respecto para echarme unas risas y "seguirle" mínimamente.
Me alegro de haberte ayudado a conocer a Carlin. En Youtube tienes muy buenos videos suyos ;)
:)
Igual me animo a ver más vídeos suyos. Últimamente solo usaba YouTube para ver las intervenciones de Berto en Buenafuente, pero desde hace un par de semanas que han decaído bastante... con lo que igual le suplanto por Carlin jeje.
Muy bueno, este de Carlin aún no lo había visto. Me gusta que quieras traducirlos al castellano, pero un seguimiento más fácil para la vista sería poner subtítulos directamente en el vídeo. Si quieres, te envío un correo y te doy unos links paso a paso, por si te interesan.
P.D. El monólogo que no me ha gustado ha sido el que trata sobre el aborto. Ya no critica tanto y tan bien sobre el tema, sino que gana la atención con "chistecillos" malos y al final acaba transmitiendo nada.
Sí, por favor. Me encantaría subtitularlos pero nunca he sabido, así que si me mandas un e-mail diciéndome como, ¡genial!
Que grande, muy bueno.
Animo con alguna traducción más, ya que merece la pena que quien no tenga un alto nivel de ingles pueda disfrutar de estos monologos.
Muy bueno, de veras.
Es buenisimo, si señor.
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