Personalmente, no esperaba demasiado de este episodio: tras la increíble Season Premiere y el jodidísimamente alucinante Jughead, tocaba un capítulo "de relleno", y en parte, es lo que hemos recibido. Aunque en este episodio descubrimos alguna que otra cosilla de interés y los viajes en el tiempo dan otra -sí, otra- vuelta de tuerca, mirándo el capítulo desde el punto de vista narrativo no es un gran episodio, sino uno más bien aceptable; y siendo Lost, estamos acostumbrados a que nos den algo más.
El episodio comienza con un flashback que era definitivamente la pieza que nos faltaba en el rompecabezas de "¿Porqué cojones se queda Kate con Aaron?": vemos a Kate y Jack hablando sobre el tema, y Kate promete respaldarle cuando el doctor diga que todos ellos deben mentir para proteger a los que quedaron atrás (escena que ya vimos en The Lie).
¡Esss miooo... mi tesssoro!
En el presente, conectamos con el episodio anterior: Kate intenta negociar con el abogado que pretende quitarle a su hijo mientras Sun comienza su malévolo plan vengativo contra Ben Linus, mostrándonos un pistolón muy intimidante que ha sacado de una caja de bombones. En la isla, Charlotte sigue inconsciente. Aquí los guionistas nos la juegan un par de veces: cuando acabó el episodio anterior, parecía que estaba fiambre (puede que solo me lo pareciera a mi, claro), y aquí se da por hecho que solo está inconsciente; ahora, Charlotte despierta, y en los primeros instantes no reconoce a Daniel, lo cual nos hace pensar en todo tipo de teorías (que su cerebro está ahora en el pasado, pero ella está consciente de algún modo; con Desmond y Minkowski, se desmayaban mientras estaban en otro tiempo y viceversa), pero no tarda en darse cuenta de que es su amigo científico.
¡¿Pero quién coño eres tú?!
Ese haz de luz me es familiar...
Respecto a esto tengo algo que decir: me parece que, de una forma u otra, podría haberse llevado el tema con mucha más drama y tensión. El grupo de viajeros en el tiempo está de camino a La Orquídea para ver si pueden arreglar este lio cuando aparece una luz en el horizonte y Locke deduce -suponemos que con exactitud, aunque nunca lo comprobamos- que se trata de la luz que hace tiempo salió de la escotilla en presencia de John mismo. En cambio, no hay ningún momento de peligro en el que pensemos "¡Oh, no, van a encontrarse!" (aunque a decir verdad sabemos que tal cosa no podría ocurrir; su presencia allí, aunque desapercibida, no está cambiando el pasado; ellos ya estuvieron ahí), por lo que el momento pasa como una simple curiosidad, más que nada para colocarnos en contexto, o mejor dicho, en un marco temporal. El momento en el que Sawyer observa la escena del parto de Claire con ayuda de Kate es bastante más dramático, y sirve más que nada para reafirmar la intención del señor más sarcástico de la selva de que deben hacer volver a los Oceanic Six.
¡Es un niño, que felicidad!
En esta isla, bien podría haber salido un humo negro
Kate y Jack se encuentran, y juntos hacen una visita a la abuela de Aaron, pero ella no sabe nada: cree que su hija Claire está muerta y que por lo tanto nunca dio a luz, así que ella no es quien intenta quitarle el niño a Kate. La verdad, no había pensado lo de su abuela, y si así fuera me habría sorprendido. La respuesta final de que Ben es realmente el causante de que aparezcan abogados para llevarse a Aaron no me ha sorprendido en absoluto; al fin y al cabo, es la única opción que tenía en mente.
Aquí bien podría ser hermana mayor de Claire
De todos modos, gracias a Daniel recibímos la primera explicación a los sangrados de nariz: esa especie de "reloj mental" que tenemos en nuestro cerebro se desajusta hasta el punto de irse a la mierda y por ello los afectados sangran por la nariz. Como siempre, el científico nos ofrece una analogía: es como un Jet Lag realmente malo; aunque -como no duda en señalar Juliet- ningún Jetlag, por malo que sea, hace que sangres por la nariz.
Qué rápido rema uno si le disparan
Llegamos a la playa y nos encontramos con el campamento de siempre aunque un poco destrozado: ha sido atacado. O vuelto a atacar, mejor dicho. Dado que la zodiac con la que pensaban llegar más rápido a La Orquídea ha desaparecido, se ponen a remar en una de las canoas que esos misteriosos atacantes -no parecen ser de los Otros, así que son otros Otros- han dejado ahí mismo. Esos mismos atacantes empiezan a hacer lo propio en cuanto les alcanzan en la canoa restante (¿no se les ha ocurrido sabotearla? venga, hombre...), y cuando parece que van a caer acribillados por los disparos, viene el flash de turno y aparecemos unos veinte años antes en una tormenta de lo más traicionera.
¿Como sabemos que estamos veinte años en el pasado? Debido al verdadero descubrimiento del episodio (que no deja de ser un preámbulo del próximo, como parece serlo todo él), bastante sorprendente: estamos en el momento en el que la francesa -la ahora embarazada de seis meses Danielle Rosseau- y el resto de su equipo naufragaban en la isla. Como si esto no fuera bastante impactante, vemos que los franchutes encuentran un cuerpo en el agua -inconsciente- que resulta ser de nada más y nada menos que... ¡el de Jin!
Diecisiete años sola le pasarán factura
Me esperaba ambos descubrimientos con total certeza (no tenía duda de que veríamos el encallamiento de la francesa y la vuelta del coreano sano y salvo), pero no tan pronto en la temporada. En el cuarto episodio, y en apenas dos minutos tenemos estas dos sorpresas prematuras. Aunque debería, no es como para decir "Guau", y es que guardo esa reacción para el siguiente episodio en el que parece que se elaborará el tema de Jin, los franceses y también lo de La Orquidea. Además, no me gusta demasiado la actriz elegida para encarnar a la joven Danielle: me esperaba a alguien similar a su hija Alex pero tenemos a una mujer bastante más rechoncha (aunque debemos admitir que el embarazo en contraposición a estar dieciseis años sin comer demasiado marca una gran diferencia).
Últimas escenas, dedicadas a los coreanos. Por un lado, Jin se da cuenta de cuándo está al escuchar "My name is Rosseau; Danielle Rosseau", y por otro Sun observa la reunión de Sahid y Ben con Jack y Kate -la cual Kate no se toma muy bien- con el presunto plan de salir y volarle la cabeza al primero que vea con ojos de sapo. ¡Cúan equivocada está: su marido no está muerto!
Yo Jin, ¿tú Rosseau? ¿CUÁNDO coño estoy?
Bueno, técnicamente, su marido no está, no existe en este momento: Jin está en la isla hace veinte años con Rosseau, mientras el otro grupito se pone -esperemos- en marcha hacia La Orquídea. Y así es este episodio: entretenido y funcional como preámbulo de lo que vendrá después; pero las respuestas con sus momentos "Guau" incluidos no estarán presentes hasta el siguiente episodio, y por lo tanto, me guardaré esa reacción casi exclusiva de Lost hasta la semana que viene.
Finalmente, he aquí algunos enlaces -vía IslotePerdidos - de The Little Prince:
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